En el centro de Bogotá detrás del edificio del banco de la República, carrera 6a 14- 98, piso 4o, nos invitaron a la inauguración de una nueva sala de lectura especializada en género y cuidado.
Según la invitación que nos llega de la Red de Bibliotecas Públicas de Bogotá, Biblored, está sala de lectura especializada será: "un espacio que brindará a las personas cuidadoras de niños y niñas y jóvenes y a la ciudadanía en general un espacio alternativo para reflexionar y que servirá para el diálogo en torno a roles de género y labores de cuidado de familia." Se lee en el comunicado de prensa.
La preocupación que nos alberga es que en el edificio dónde quedó instalada dicha biblioteca, la restricción para entrar es enorme, el personal infortunadamente que trabaja ahí en la celaduría no está capacitado para recibir a ningún público; estamos viviendo aún un fenómeno que debimos haber superado hace mucho tiempo, lo decimos porque hasta fotografía le quieren tomar a uno para poder entrar al edificio y a la sala de lectura que quedó ubicada en el piso cuarto de esa edificación.
Preocupa, y esperamos que nos cuenten las directivas de Biblored cuánta gente transitará por dicho espacio qué, sin duda, puede resultar un espacio escenario muy importante para la ciudad.
Cuando hablamos de cultura, ese tipo de cultura debería cambiar, y las personas que están ahí, por supuesto para vigilar, tienen otras herramientas y otros instrumentos y no este de estar preguntando todo el tiempo por los datos de las personas, hasta del RH y del tipo de sangre para entrar a un edificio; le preguntan a uno como si se fuera a entregar un informe policivo.
¡Es una biblioteca pública! y el acceso a los libros y lo que ella alberga, debe ser de libre entrada.
No podemos seguir en este país y sobre todo en todas las instituciones con el tema que una persona va a entrar y tiene que identificarse de una manera tan drástica porque debemos partir del principio de la buena fe y del respeto hacia los demás, lamento mucho que esto se dé así y espero que en otros sitios y espacios públicos esto esté cambiando.
Hace pocos días hicimos un recorrido por la biblioteca Luis Ángel Arango y nos sorprendió el cambió, la bienvenida es impecable y no requiere el lector o consultante a someterse a un riguroso registro, nadie para poder acceder los espacios así tiene por qué tener esa incomodidad.
Las bibliotecas por demás deben ser espacios amigables, yo creo que la alcaldía debe cambiar esa molesta manera de ver a todos los ciudadanos como delincuentes, en todos los espacios esa premisa de estar registrando la gente debe cambiar.
Editorial: Carlos Humberto Arango.