Barcelona, sin Suárez y sin Messi, en su segunda presentación con Quique Setién en el banquillo, enfrentaba al Ibiza por dieciseisavos de final de Copa del Rey. Este Ibiza con un proyecto ambicioso de la mano de Amadeo Salvo que llegó a mediados de 2015 con un objetivo claro, llegar de la Segunda B, pasando por la Primera B, a la Primera División de España.
Aunque el Azulgrana tuvo casi un 80% de posesión, ha sido el Ibiza quien se ha robado el foco de las cámaras. Un partido muy bien planteado, aprovechando las falencias del Barcelona y poniéndolo en muchos aprietos que sólo lograría superar en los últimos minutos. Barça con una formación y cuadro táctico alternativo, sólo con Lenglet como central y una línea de tres atrás junto con Semedo y Junior Firpo, lo que provocó que Sergi Roberto, que debía jugar más adelantado, terminara haciendo las veces de central para cubrir el espacio y soportar los embates del Ibiza. Muy pobre el trabajo de Junior Firpo, incómodo y sin ideas, provocó varias jugadas de peligro para el rival. El centro del campo con Rakitic y De Jong en la creación y Riqui Puig como enganche. Mucho que evaluar, tal vez hubo confianza de más desde el planteamiento y eso jugó muy en contra.
El Ibiza salió convencido, es uno de esos partidos en los que no se tiene nada qué perder, el formato de Copa cambió, ahora se juega eliminación directa a un sólo partido, era el todo por el todo. Tan sólo nueve minutos le bastaron para ponerse adelante en el marcador y hacer replantear al Barça lo que tenía pensado, la defensa bastante dormida permitió un pase que atravesó hasta la mitad del área en donde Josep Caballé, abriendo el pie, definió al palo derecho dejando sin opciones a Neto. Muy buen trabajo en el contragolpe.
El resto del primer tiempo fue del local, sin dominar, pero teniendo varios remates y oportunidades de gol, sin darle espacio al Barcelona y éste, sin conexión, Sergi Roberto indeciso, no culpa de él, pues lo usan de comodín, y un equipo al que le faltó buscar más verticalidad.
De igual manera se dio la primera mitad del segundo tiempo, Barcelona paseando la pelota de allá a acá, pero siendo el Ibiza el que aprovechaba más las oportunidades, el cambio de Carles Pérez por Jordi Alba en el '59 dio algo más de juego por la banda, pero hasta el minuto 70, estuvo más cerca el Ibiza de lograr el segundo, que el visitante de empatarlo, le tomó más de 65 minutos al Barça hacer el primer remate al arco.
En el '72 saltó al campo Arthur por Riqui Puig con mucho sacrificio, pero que no pudo mostrar lo mismo del fin de semana. No alcanzó a cambiar mucho el partido cuando un minuto después, Frankie de Jong pudo, por fin, filtrar un pase para dejar a Griezmann por delante de los centrales y definir con mucha clase y darle un respiro al equipo que sufría el partido.
Eso últimos 20 minutos, Barcelona logró jugar más en campo rival, generó más peligro que en el resto del partido y, con la entrada de Vidal en el '81, hizo que el Ibiza retrocediera un poco también afectados por el tremendo desgaste en ese show que dieron en su patio y, tal vez, pensando en que habría treinta minutos más.
Ése no era el pensado del Barça, que aprovechó los 6 minutos de adición para presionar y en el '94, con otro pase filtrado, esta vez de Jordi Alba, Griezmann puedo resolver un partido muy, pero muy complicado que el Azulgrana no mereció, pero ganó con jerarquía y aprovechando el cansancio del rival.
Sólo es el segundo partido de Setién, espero que entienda que hay muchas cosas en las qué trabajar, el planteamiento un poco confiado con sólo tres atrás, obligar a Sergi Roberto a jugar aquí y allá de nuevo, la entrada de Vidal, que el partido requería, se hizo muy tarde. Que tuvo la suerte de ganarlo en el cierre, bien, pero este partido era para perderlo también por el maravilloso trabajo táctico del Ibiza, ¡aplausos para este proyecto bajo la dirección de Pablo Alfaro!